Un accidente de tránsito se define como un evento repentino e imprevisto que ocurre en la vía, siendo resultado de condiciones y comportamientos irresponsables potencialmente previsibles. Este tipo de incidente, atribuible a factores humanos, vehículos, condiciones climáticas, señalización y estado de las carreteras, puede causar la pérdida prematura de vidas humanas, lesiones, daños materiales y perjuicios a terceros, dejando secuelas físicas o psicológicas.
Las consecuencias de catástrofes en el transporte son pérdidas humanas, económicas y estructurales, pero también generan un impacto en la sociedad, medio ambiente y la economía de la empresa y el país. La prevención de riesgos en empresas de transporte es una gestión obligatoria según la legislación vigente. Sin embargo, la excelencia va más allá de los mínimos legales.
La responsabilidad humana en la conducción es un aspecto relevante sin duda, porque las principales causas de accidentes en el sector del transporte se centran en la imprudencia y comportamiento humano. El 95,5% de los accidentes son atribuibles a errores de los conductores, según datos del INEGI. Las principales causas son la fatiga, el uso del teléfono, el consumo de alcohol, las distracciones y la velocidad excesiva. Además, el 1% se atribuye a fallas en el vehículo, el 1.6% a malas condiciones del camino, y el resto a factores diversos como peatones o pasajeros.
La prevención de accidentes se enfoca en concientizar a los conductores sobre los riesgos asociados con la imprudencia y en la implementación de tecnologías, como la inteligencia artificial, para reducir los accidentes. Hay que destacar la importancia de una cultura de seguridad vial y la responsabilidad de las empresas de transporte en gestionar de manera efectiva la seguridad de sus flotas.
La tecnología también se presenta como una aliada para mapear caminos peligrosos y mejorar la seguridad en el tema de las condiciones del camino en los accidentes, como el clima, la presencia de animales y el estado de las carreteras. Es necesario mencionar la necesidad de abordar los accidentes causados por agentes naturales, como la lluvia, mediante tecnologías que permitan anticipar estas condiciones.
En cuanto a la prevención de accidentes por fallas en el vehículo, resaltamos la importancia de la manutención preventiva, con énfasis en neumáticos, condiciones mecánicas, frenos, sujeción de carga y dirección.
La accidentabilidad afecta negativamente a la eficiencia operativa y los costos en las empresas de transporte. Una gestión deficiente de la flota contribuye al aumento de accidentes, lo que resulta en un encarecimiento del seguro. Además, las pérdidas económicas asociadas, como la necesidad de vehículos de sustitución, costos de paralización y reparaciones no cubiertas, impactan significativamente en la rentabilidad de la empresa.
Los accidentes no solo representan un riesgo directo para la seguridad y la integridad de las personas involucradas, sino que también generan una serie de costos indirectos que afectan la salud financiera de las empresas de transporte. Por otro lado, la seguridad vial efectiva no solo se trata de ahorrar costos directos para las empresas, sino que también tiene implicaciones económicas y sociales más amplias que afectan a gobiernos, sistemas de salud, compañías aseguradoras y la sociedad en su conjunto. La gestión proactiva de la seguridad vial es, por lo tanto, una prioridad tanto económica como social.
La gestión efectiva de la seguridad vial y la implementación de medidas preventivas no solo salvan vidas, sino que también protegen los recursos económicos de la empresa, garantizando una operación más eficiente y sostenible a largo plazo.
Por lo tanto, prevenir accidentes a través de una gestión adecuada se vuelve crucial para reducir costos operativos, mejorar la seguridad vial y garantizar la sostenibilidad financiera de la organización.
Rutas ineficientes: La ineficiencia en la planificación de rutas no solo afecta la eficacia operativa y los costos, sino que también representa un riesgo directo para la seguridad vial. La optimización de las rutas, la reducción de la necesidad de expansión descontrolada y el análisis profundo de la información de siniestralidad son elementos fundamentales para contrarrestar esta problemática y mejorar la gestión global del transporte.
Escasez de formación: La formación adecuada es un componente esencial para garantizar la seguridad vial y reducir el riesgo de accidentes en el transporte. La inversión en programas de formación interna no solo protege la integridad de los conductores y otros usuarios de la carretera, sino que también ayuda a salvaguardar la reputación de la empresa y a minimizar los costos asociados con los accidentes y las pérdidas materiales.
La gestión de riesgos: La implementación de un procedimiento reconocido de gestión de riesgos es fundamental para abordar de manera efectiva la siniestralidad en el transporte. Aquellas empresas que no siguen este enfoque a menudo enfrentan desafíos persistentes, ya que carecen de las bases necesarias para identificar, mitigar y adaptarse de manera efectiva a los riesgos asociados con sus operaciones de transporte.
La prueba analiza rasgos de personalidad cruciales para el éxito en la profesión de conductor de transporte. Desde la paciencia hasta la autodisciplina y la responsabilidad, la PIC evalúa dimensiones que son fundamentales para la seguridad en la carretera y la capacidad de realizar el trabajo de manera independiente.
Confianza: La PIC evalúa la actitud hacia el robo, la evasión de la delincuencia y la resistencia a las adicciones, elementos cruciales para la seguridad y la claridad mental del conductor.
Manejo de Riesgos: Evalúa la velocidad adecuada, el manejo prudente y el control de impulsos, aspectos esenciales para una conducción segura y eficiente.
Adaptación Social: Incluye la evaluación del respeto a la autoridad y el control de la ira, aspectos cruciales para el cumplimiento de normativas y la gestión efectiva del estrés en carretera.
Estabilidad: Considera la estabilidad financiera y las relaciones laborales, impactando la calidad de vida y el entorno laboral del conductor.
Inteligencia: Evalúa la capacidad de solución de problemas y razonamiento lógico, habilidades críticas para tomar decisiones informadas y anticipar desafíos en la carretera.
Al seleccionar operadores con habilidades técnicas y rasgos de personalidad específicos, se mejora la eficiencia operativa al reducir incidentes y optimizar la toma de decisiones en situaciones desafiantes.
La PIC contribuye a la reducción de costos al prevenir accidentes y sus consecuencias, como reparaciones no planificadas, contratación de vehículos de sustitución y costos derivados de posibles daños o lesiones a conductores.